Queretaro

Peregrinación es caminar con Dios: Faustino Armendáriz

El Obispo de Querétaro, Faustino Armendariz dijo que la Peregrinación es un acto de devoción y fe en el que los caminantes se encuentran con Dios

Cientos de hombres y mujeres continúan su camino hacia la Basílica del Tepeyac, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; en el trayecto el Obispo de la Diócesis de Querétaro, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, reitero el llamado a la romería guadalupana, a encontrarse con Dios durante este peregrinar.

El purpurado comentó que desde hace una semana partió desde Neblinas la columna peregrina con ánimo y fe, la cual se va fortaleciendo cada instante; en su paso por San Juan del Río, dijo que han sido más de 8 años de reflexión, de agradecimiento, de aprendizaje a lado de los peregrinos.

“Unámonos en oración, la peregrinación es caminar con Dios, encontrarnos con él, en nuestros pensamientos, en nuestras acciones, debemos uniros, somos una sola iglesia, que quiere rendirle tributo a nuestra madre, la meta es encontrarnos con Dios en la Casita del Tepeyac, para pedirle con fe y encontrarnos con su hijo Jesucristo”.

En su caminar por San Juan del Río, resalto la participación que ha tenido la romería, en donde agradecen a la Virgen de Guadalupe por permitirles una vez más acompañarla; dijo que este año está lleno de desafíos y retos, en donde la prioridad pastoral sea la juventud, ya que en el estado de Querétaro se cuenta con alrededor de 700 mil jóvenes a quienes se debe de orientar y acercar a Dios.

“Tenemos que orientarlos con nuestro testimonio y nuestro ejemplo, los jóvenes se merecen modelos de vida, que no los escojan entre personajes que no viven esa cercanía con Dios, ellos deben de tener testimonios y ejemplos cercanos que están dentro de los miembros de su familia”.

En este sentido destacó la misión que tenemos cada uno de nosotros como seres humanos, el ir por todo aquel que aún no ha encontrado el camino de la luz, para vivir una experiencia de cercanía con Jesús en la vida.

Exhortó a que cada peregrino tenga una estrategia para que al término de la peregrinación se integre al trabajo misionero, en el que participen todos los sacerdotes, seminaristas, religiosas, el Obispo y la sociedad; que todos tengan que estar en la calle para acercar a las personas al camino de Dios.

Llamo a los fieles a caminar en grupo, a evitar riesgos, a mantenerse unidos, a no caminar para ganar un alimento y llegar antes que el otro, porque Dios es quien guía a cada uno, quien se adelanta, dijo que no es un peregrino; por eso reconoce el esfuerzo que hacen a cada momento los decanatos y grupos por mantener unidos y en orden la organización en la columna guadalupana.

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