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López Obrador minimiza hackeo a SEDENA y asegura estar bien de salud

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó el hackeo que sufrió la SEDENA en el que se informa sobre los problemas de salud que padece el mandatario federal

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador restó importancia a la información emanada del ataque cibernético al archivo de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), en el que se develaron graves problemas de salud que padece el mandatario mexicano, entre ellos cardíacos, debido a los cuales tuvo que ser trasladado de urgencia, en helicóptero, a un hospital de la capital desde su rancho en Chiapas con riesgo de infarto.

El mandatario federal reconoció también problemas de riñón, gota y de tiroides que le obligan a tomar diversas fármacos. El hackeo del grupo Guacamaya a los correos electrónicos de los militares, informado por el periodista Loret de Mola, se ha producido “aprovechando un cambio del sistema de información del Ejército”, ha dicho López Obrador. “Son profesionales”. El presidente ha señalado que no teme por su vida. “Estoy bien atendido”.

El ciberataque ha sacado a la luz, según informaciones previas, las medidas internas que se manejaron en octubre de 2019, cuando se produjo el Culiacanazo, un enfrentamiento entre los miliares y los narcos en Sinaloa que obligó al Ejército a liberar al hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, después de ser apresado, y a retirarse tras horas de balazos y despliegue de artillería pesada que sumieron a la capital del Estado, Culiacán, en un campo de guerra.

El presidente siempre asumió aquella decisión. Además, se han conocido diferencias de criterios entre la Marina y el Ejército. “Todo es cierto y de dominio público, si acaso lo de la ambulancia a Palenque”, que no se conocía. “La vida pública tiene que ser cada vez más pública”, ha dicho López Obrador. El asunto sugiere una relación inmediata con los secretos de Estado que afectaban a numerosos países y que el activista Julian Assange reveló en los llamados papeles de Wikileaks.

Los familiares de Assange fueron invitados el pasado 16 de septiembre a participar junto a López Obrador en las fiestas patrias de México. Además, en enero, el mandatario le ofreció asilo en México. Ahora, el país norteamericano se ve envuelto en un asunto similar al que originó Assange.

López Obrador se ha presentado solo ante los periodistas este viernes para su conferencia diaria y desde el inicio ha quitado hierro a la revelación de los hackers sobre las comunicaciones que más afectan, probablemente, a la seguridad del país. Lo ha hecho incluso con chanza, poniendo un disco de Chico Che titulado La crisis, que refiere el esfuerzo de un hombre por entrar al Ejército, pero se lo impide su estrecha relación con el alcohol y sus muchos padecimientos. Sin abandonar la sonrisa, el presidente se ha comparado con el infortunado protagonista de la canción, “salvo en lo del alcohol”. Con diagnóstico de angina, López Obrador fue estabilizado apenas comenzado el año y trasladado a un hospital militar, donde le recomendaron un cateterismo, operación que fue interrumpida al contraer el mandatario covid. La intervención se aplazó para el 22 de enero y se produjo, supuéstamente, sin complicaciones.

López Obrador aseguró que su estado de salud se ve acentuado por las condiciones de trabajo a las que somete la condición de presidente, y la altura de Ciudad de México, no recomendada para la hipertensión. Todo ello, dijo, cambiará cuando concluya su mandato, en 2024, y se vaya a vivir al nivel del mar. Como presidente, “a veces haya que dormir con las botas puestas”. “Por eso en ocasiones subo a los cerros, para hacer cardio”. López Obrador señaló, además, que estas informaciones son “politiquería” y que “la gente las rechaza” por su “falta de respeto, bajeza e invasión de la privacidad”.

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