Una de las lecciones que ha dejado la pandemia y su persistencia está relacionada con la importancia de un sistema inmune robusto (aunque no hiperreactivo) y, en particular, el hecho de que las vitaminas son esenciales y funcionan para combatir el contagio del coronavirus SARS-CoV-2 (un efecto que, curiosamente, se había puesto en duda antes para tratar la gripe). Al respecto, una de las cifras más llamativas tiene que ver con que la mayoría de los pacientes que mueren de covid-19 tienen deficiencia de vitamina D.
En otro contexto, la falta de esta vitamina, que se puede obtener fácilmente de la exposición al sol, está asociada las famosas tormentas hiperinflamatorias de citocinas que son la causa directa de muchas de las muertes de covid-19.
El Dr. Peter Osborne recomienda como primera línea de defensa asegurarse de que estemos obteniendo suficiente vitamina D, lo cual para muchas personas puede significar tomar vitamina D como suplemento, como complemento o sustitución de la exposición al sol.
En segundo lugar, Osborne recomienda tomar también diariamente vitamina C, otra vitamina que está siendo usada para detener la hiperinflamación y que podría ser un apoyo importante para el sistema inmune. La vitamina C suele utilizarse sobre todo para aminorar la intensidad de un cuadro viral.
En tercer lugar se recomienda el consumo de zinc, un suplemento que puede evitar que el virus se replique y altere el ADN para hacer esto. El zinc es un mineral que muchos doctores están prescribiendo actualmente.
Por último, se recomienda tomar quercetina, una sustancia natural que tiene algunos aportes muy similares al zinc en evitar la multiplicación del virus. La quercetina es además un antialérgico natural que puede usarse como un antihistamínico. Muchos médicos recomiendan tomar antihistaminas durante la infección, algo que puede tener el beneficio de evitar una activación de los mastocitos y, de nuevo, una hiperreacción inmune.
Todo lo anterior es un protocolo que se puede utilizar de manera preventiva o también durante la infección. Asimismo, existe un protocolo que puede usarse en el caso del llamado «covid de larga duración» o síndrome posviral, una condición que está afectando a muchísimas personas sin recibir mucha atención (sobre este tema y este protocolo en particular escribimos más ampliamente aquí). El protocolo es el siguiente:
Ácido nicotínico (niacina, B3 NO nicotinamida) — 100 mg
Vitamina C — 1500 mg
Vitamina D — 3000 iu
Zinc — 15 mg
Selenio — 50 mcg
Quercetina — 500 mg
El protocolo que ha sido desarrollado por médicos sudafricanos es similar a lo que está siendo usado para prevenir, pero con la importante adición de la niacina, que puede ayudar a tratar los pulmones y a la creación de energía en las células. Adicionalmente, hay información nueva muy prometedora en torno al tratamiento de esta condición utilizando el aminoácido N-acetilcisteína (o NAC).
En general estas sustancias son bien toleradas, pero en estos casos es posible que sea importante tomar dosis altas, por lo cual se recomienda consultar a un médico antes de implementar estos protocolos.
