Cada vez existen más espacios en donde se habla de la importancia de la salud mental y los distintos métodos y herramientas para procurarla.
En un nuevo estudio llevado a cabo en la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, se confirmó que los tres pilares principales de una buena salud mental son: el buen sueño, ejercicio y el consumo de frutas y verduras crudas.
Este estudio fue publicado en la revista Frontiers in Psychology. Grosso modo, la investigación consistió en cuestionarios aplicados a 1,111 jóvenes adultos de entre 18 y 25 años residentes en Estados Unidos y Nueva Zelanda. El cuestionario contenía preguntas acerca de los hábitos de sueño, actividad física, dieta y salud mental.
Como parte de los resultados, se destaca que la calidad de sueño importa más que la cantidad. Por lo general, se hacen numerosas recomendaciones para cuidar de nuestra salud mental y una de las más importantes parece ser el tiempo que dedicamos a dormir y descansar.
A partir de los resultados de este cuestionario, se encontró que las personas que dormían menos de 8 horas y más 12 horas diarias son más proclives a desarrollar síntomas de depresión. Estos síntomas eran menores en los jóvenes adultos que duermen en promedio 9.7 horas diarias y quienes duermen aproximadamente 8 horas diarias tienen una mayor sensación de bienestar en sus vidas.
Por otro lado, dicha sensación de bienestar también estaba más presente en aquellos jóvenes adultos que comían 4.8 porciones de verduras o frutas crudas. Mientras que los adultos jóvenes que dijeron consumir menos de dos porciones o más de ocho no reportaron experimentar sensaciones de bienestar.
La actividad física es también de suma importancia para una buena salud mental. Sin embargo, los tres elementos están relacionados. Es decir, para poder tener cumplir con la actividad física necesaria para una buena salud, se necesita una buena alimentación y buenos hábitos de sueño.
Como sabemos, la actividad física libera endorfinas, lo que ayuda a promover la sensación de euforia y mejoran el ánimo y la energía. Este estudio también confirmó que una actividad física de moderada a intensa es parte del tratamiento para aquellas personas que padecen de síntomas de depresión.
Las conclusiones de los investigadores responsables indican que el factor predominante para una buena salud mental es la calidad de sueño, incluso con mayor predominancia que una dieta saludable y la actividad física constante.
Sin embargo, hicieron énfasis en la relevancia de la relación de estos tres factores (calidad de sueño, buena alimentación y actividad física) como principales contribuyentes a una buena salud mental.
