Tequisquiapan se integró al modelo de justicia cívica

Tequisquiapan se integró al plan estatal de seguridad al implementar el modelo de Justicia Cívica que tiene por objetivo promover la resolución de conflictos sociales considerados en el reglamento municipal que fue autorizado por el ayuntamiento.

Las autoridades estatales reconocieron la voluntad y compromiso que demostró el presidente municipal Toño Mejía para, en primera instancia, establecer una normatividad municipal, capacitar a los elementos policiales y también generar la infraestructura.

La implementación del modelo de Justicia Cívica en Tequisquiapan requirió un proceso amplio de adecuación que aporta los canales de eficiencia necesarios para contribuir a reducir la vulnerabilidad, aumentando la seguridad a través de prácticas policiales reconocidas, pero sobre todo por la participación activa de la sociedad.

Todo esto va dirigido a atender las necesidades de los gobernados a fin de brindar atención oportuna e inmediata para solucionar los conflictos surgidos entre ellos, superando el abordaje tradicional del policía.

Cabe señalar que, mediante este sistema de Justicia Cívica se castiga las incivilidades de los infractores con la aplicación de trabajo a favor de la comunidad. En este sentido el presidente municipal de Tequisquiapan consideró que dicha estrategia ayudará en mucho a la educación de algunas personas que estaban acostumbradas solamente a pagar su infracción de forma económica y quedar en libertad.

Ahora, si el juez establece que el infractor deberá hacer trabajo comunitario, le aplicará la sentencia con base en las necesidades que se identifican en el municipio y esto puede ser desde la limpieza de camellones, barrido de las calles o acciones para sanear el río San Juan.

En su intervención el asesor de políticas públicas de Gobierno del Estado de Querétaro, explicó que para lograr el objetivo de la Justicia Cívica en Tequisquiapan se necesita de una visión específica para querer hacer bien las cosas de largo plazo, y esto permitirá dejar un legado, a través de una política pública, que trascenderá los gobiernos.