Queretaro

Querétaro mantiene paz alta pese a riesgos regionales, según IEP 2025

El Índice de Paz México 2025 coloca a Querétaro entre los estados más estables, aunque advierte riesgos por crecimiento urbano y violencia en estados vecinos.

Por: Paco Roldán

Querétaro mantiene uno de los niveles de paz más altos del país, pero su ubicación geográfica y el crecimiento acelerado de sus ciudades lo colocan en una posición de vulnerabilidad. El Índice de Paz México 2025, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), ubica a la entidad en el octavo lugar nacional con una calificación de 1.877 puntos, lo que la coloca en la franja de mayor estabilidad.

Sin embargo, el documento advierte que la corrupción y la ineficacia administrativa son factores clave que impulsan la violencia en México, ya que contribuyen a la impunidad y reducen los recursos disponibles para combatir la delincuencia”, un riesgo que no es ajeno a la entidad, pese a su buena posición relativa.

Un espacio para el análisis: la presentación en la UAQ

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) fue sede de la presentación oficial del Índice de Paz México 2025. El encuentro reunió a autoridades, especialistas y actores sociales para analizar las cifras y reflexionar sobre el futuro de la paz en la entidad.

En su intervención, la rectora Silvia Amaya Llano subrayó que la edificación de armonía implica un compromiso constante entre organismos y requiere del trabajo colaborativo, el análisis riguroso de datos y el diseño de estrategias”. Reconoció la labor del IEP y exhortó a redoblar esfuerzos institucionales, ampliar el alcance de las acciones existentes y consolidar redes que permitan atender los retos de manera colectiva y efectiva.

La directora y fundadora de Acto Creativo, Jean Mendieta Jiménez, presentó un estudio específico para Querétaro. Aunque reconoció que el estado mantiene indicadores positivos, advirtió que es necesario fortalecer cinco pilares de la paz positiva definidos por el IEP: repartición equitativa de recursos, disminución de la corrupción, aceptación plena de las libertades fundamentales, buenas relaciones entre vecinos y fortalecimiento del capital humano.

Mendieta remarcó que abordar las causas estructurales y culturales de la violencia es indispensable para prevenir sus manifestaciones directas” y propuso priorizar la financiación de programas sociales para sectores vulnerables, el fortalecimiento de fiscalías y cuerpos de seguridad, así como la protección de periodistas y defensores de derechos humanos. Invitó a la sociedad queretana a imaginar colectivamente su propia visión de paz” y construir desde lo comunitario, la escucha y la esperanza.

Una década de avances moderados

Desde 2015, Querétaro ha mejorado 6.5 % su calificación de paz, manteniéndose de forma constante entre las diez entidades mejor evaluadas. La tasa de homicidios, de 7.5 por cada 100 mil habitantes, es muy inferior al promedio nacional de 23.7, y los delitos con violencia se mantienen controlados.

El IEP señala que la paz en México mejoró un 0.7 % en 2024, con 18 estados que registraron mejoras y 14 que se deterioraron”. Querétaro estuvo en el grupo de los que mantuvieron su posición, consolidando una tendencia positiva, aunque sin variaciones significativas en el último año.

No obstante, el ritmo de crecimiento poblacional —alimentado por la llegada de familias y empresas— ha tensionado la infraestructura urbana y los servicios de seguridad. Aunque serán indispensables estrategias de seguridad sólidas para reducir la violencia en México, la construcción de la paz también requerirá iniciativas que aborden las condiciones sociales e institucionales que dan origen a dicha violencia”, advierte el informe.

El mapa de las amenazas

La posición de Querétaro en el Bajío lo expone a dinámicas criminales de alto impacto. Al oeste, Guanajuato registra una de las tasas de homicidios más altas del país (43.4) y un deterioro del 38 % en la última década. Municipios queretanos como Corregidora y Pedro Escobedo están a pocos kilómetros de focos rojos en Celaya, Apaseo el Alto y Apaseo el Grande.

Hacia el norte, San Luis Potosí enfrenta problemas de extorsión e inseguridad carretera; al sur, el Estado de México mantiene elevados niveles de robo con violencia y homicidios. Aunque Hidalgo conserva cierta estabilidad, su repunte en robo de hidrocarburos ha generado focos de atención.

El IEP advierte que la gran mayoría de las víctimas de la violencia política son actores que operan a nivel municipal”, lo que refuerza la importancia del blindaje en autoridades y corporaciones locales, incluso en estados como Querétaro que presentan mejores indicadores globales.

El costo de la violencia

El impacto económico de la violencia en Querétaro se estima en 42 mil millones de pesos, equivalente al 3.4 % del Producto Interno Bruto estatal. En términos individuales, cada habitante absorbe” un costo indirecto de alrededor de 17 mil pesos al año en medidas y pérdidas vinculadas a la inseguridad.

A nivel nacional, el IEP calcula que en 2024, el impacto económico de la violencia fue de 4.5 billones de pesos, equivalente al 18 % del PIB de México”. Aunque Querétaro está muy por debajo de esa proporción, el dato muestra que la violencia es un factor económico estructural, incluso en los territorios más pacíficos.

Fortalezas institucionales

Querétaro figura entre los cinco estados con mejores niveles de Paz Positiva, un indicador que mide las condiciones estructurales que sostienen sociedades pacíficas. Destaca en buen funcionamiento del gobierno, entorno empresarial sólido y bajos niveles de corrupción percibida.

El estudio señala que los pilares del IPPM con mayor correlación con la paz negativa… son bajos niveles de corrupción y buen funcionamiento del gobierno”. Para Querétaro, esto significa que mantener su ventaja institucional es tan importante como reforzar su capacidad operativa en seguridad.

Delitos patrimoniales y percepción urbana

Mientras los homicidios y delitos graves ligados al crimen organizado se mantienen bajos, los delitos patrimoniales han crecido en zonas urbanas. El índice nacional subraya que aproximadamente 54 % de los mexicanos consideran que el crimen y la violencia son la mayor amenaza para su seguridad en la vida cotidiana”, y en Querétaro esa percepción se alimenta principalmente de robos a casa-habitación, negocios y transporte.

Aunque la percepción general de inseguridad en el estado es inferior a la media nacional, el sentimiento de vulnerabilidad crece en áreas con alta densidad poblacional, un patrón que, de no atenderse, podría erosionar la confianza ciudadana.

Vecindad con Guanajuato: riesgo latente

La cercanía con Guanajuato es, según el IEP, uno de los factores de mayor riesgo para Querétaro. Desde 2007, el número anual estimado de homicidios vinculados a organizaciones criminales se ha multiplicado por más de seis”, advierte el estudio, y gran parte de esa violencia se concentra en corredores industriales y logísticos del Bajío.

Las disputas territoriales entre cárteles por el control de rutas y mercados ilícitos han incrementado los operativos y la vigilancia en los límites interestatales, aunque la interconexión económica hace imposible un blindaje total.

Retos para la próxima década

El desafío para Querétaro será mantener su posición privilegiada en el ranking de paz sin caer en la complacencia. Ello requiere fortalecer la prevención del delito, invertir en inteligencia policial, mejorar la coordinación intermunicipal y regional, y anticipar los impactos sociales del crecimiento económico.

El informe lo resume con una advertencia aplicable a la entidad: Será fundamental fomentar mayores niveles de confianza ciudadana, combatir la corrupción, fortalecer las instituciones… y ampliar las oportunidades significativas para la juventud”.

Una paz que se defiende día a día

El Índice de Paz México 2025 retrata a Querétaro como una “isla de estabilidad” en un entorno regional complejo. Pero las islas, aunque firmes, son vulnerables a las mareas. Los indicadores actuales son favorables, pero sostenerlos dependerá de políticas públicas que combinen crecimiento económico con seguridad integral, y de una ciudadanía que mantenga alta la exigencia de transparencia, eficiencia y prevención.

En palabras del propio informe: La construcción de la paz también requerirá iniciativas que aborden las condiciones sociales e institucionales que dan origen a dicha violencia”.

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