Océanos sin plástico, tarea de la humanidad
Por la biodiversidad, la salud y el medio ambiente, llama la ONU a rechazar los polímeros de un solo uso
Hacernos conscientes de que es necesario reducir la cantidad de plástico que arrojamos en los océanos, es posible. Cada uno de nosotros podemos cambiar nuestros hábitos para liberar a la vida silvestre y a nuestra propia salud de la pesada carga de la contaminación causada por el uso y desecho de los plásticos.
El llamado a la comunidad internacional lo lanzó este año la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo el lema: “Sin contaminación por plástico”, y lo recuerda reiteradamente, aun cuando el organismo reconoce que si bien el plástico tiene diversos usos muy valiosos, dependemos demasiado del plástico de un solo uso, o desechable, lo cual tiene graves consecuencias medioambientales.
“Si no puedes reusarlo, rehúsalo”, pidió el secretario general de la ONU, António Guterres, en su convocatoria al mundo entero para “rechazar el uso del plástico descartable, y poder así transitar hacia un planeta más limpio y más verde.”
Desde 1974, cuando se fijó el 5 de junio para celebrar el entorno, las Naciones Unidas promueven el acrecentamiento de la conciencia en sociedades y gobiernos para proteger y mejorar el medio en que se desarrolla la vida humana y le da sustento material, a la par que le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente.
La conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio de 2018, se centró en recordar que cada año se vierten a los océanos 8 millones de toneladas de plástico, lo que amenaza la vida marina y humana y destruye los ecosistemas naturales.
Ante tal situación, debemos combatir la contaminación por plásticos y contribuir todos con medidas concretas, como lo hacen ya distintas organizaciones, personas y gobiernos, a los que se puede emular si decidimos:
Preparar un plan para combatir la polución del plástico: usar bolsas de tela u otros materiales reutilizables, rechazar el uso de popotes, utilizar recipientes de vidrio, aluminio u otros materiales ecológicos para transportar agua.