Observatorio de movilidad en Querétaro a favor de ciclovías
Querétaro es una de las entidades que más ha invertido en infraestructura para movilidad a través de bicicletas
Las ciclovías en varias avenidas de la ciudad, así como los trabajos de ampliación de banquetas, no son solo caprichos de la autoridad municipal. La tendencia mundial apunta al modelo de ciudad que devuelve espacios de desplazamiento a las personas y se las quita a los automóviles en movimiento o estacionados. De manera firme, el mundo está dejando de seguir el modelo de Robert Moses que expandió las ciudades, destruyó barrios y vida comunitaria en pro de una “modernidad” basada en el automóvil como medio único de transporte, símbolo de estatus social.
El colapso vial que afecta las ciudades del mundo da cuenta del fracaso del modelo. No importa cuántas vialidades se construyan para facilitar el desplazamiento de los autos, la congestión no se reducirá sino al contrario, con el tiempo irá a peor. Las obras viales realizadas en años recientes en B. Quintana así lo demuestran. La Ciudad de México tiene incluso un tercer piso dedicado al desplazamiento de vehículos automotores, a pesar de lo cual, es la peor ciudad para conducir en el mundo (Índice Tom Tom, 2017).
Es importante quitar del imaginario colectivo que las ciclovías provocan congestión vehicular. Él llamado “tráfico” es provocado por la inmensa cantidad de vehículos que circulan por calles y avenidas. En Querétaro, importantes vialidades como 5 de febrero, B. Quintana y Zaragoza no tienen ciclovías y el tránsito es lento la mayor parte del día. Lo único que mejorará su desplazamiento es reducir el número de autos en las calles. El uso de la bicicleta como medio de transporte y la red de ciclovías es una respuesta a esa problemática. Viajes menores a 7 kilómetros, pueden realizarse usando la bicicleta, con los beneficios que significa la activación física, menores tiempos de desplazamiento y costos más bajos que hacerlo en automóvil.
La infraestructura ciclista desarrollada por las administraciones estatal y municipal, busca cumplir ese propósito. Sin embargo, aún posee atractivo reducido porque no se han potencializado sus beneficios. Medidas como apoyos económicos a quienes usan la bicicleta para ir al trabajo o escuela, establecimientos bike friendly con importantes descuentos al consumo, así como incentivos fiscales a empresas y comercios que apoyen la movilidad sustentable, son recetas aplicadas en otros países y que han funcionado trayendo mejor calidad de vida, más seguridad, incremento en las ventas, menores índices de obesidad y muertes por enfermedades cardiovasculares. Menos autos circulando implican aire más limpio, mejorando la salud de quienes habitan las ciudades.
Entre los pendientes que esperamos se cumplan este año, necesitamos un estándar en construcción de ciclovías, y no repetir el error de colocarla del lado más peligroso de la vialidad, como ocurre en Av. Universidad, donde se están produciendo muchos problemas de interacción entre conductores de vehículos motorizados, personas que caminan y ciclistas. Seguimos a la espera de las “zonas 30” donde exista una ciclovía, así como la protección jurídica a quienes opten por la bicicleta como medio de transporte en caso de incidentes viales. Medición y difusión de la calidad del aire en diversos puntos de la ciudad, transparencia en la aplicación de los recursos, así como el involucramiento de Universidades y centros de Investigación en área de movilidad, son algunas de las áreas de oportunidad a corregir en el corto plazo.
Aunque la ciudadanía aún no lo percibe, los primeros pasos para mejorar la movilidad de las personas se están dando. Estamos preocupados por el discurso de algunos precandidatos que motivados por el descontento social provocado por obras mal planeadas y/o ejecutadas, buscan erradicarlas por completo. Invitamos a dejar lo positivo (aunque fuese poco) y mejorar lo que sea necesario. Aunque incipiente, el impulso que la administración municipal ha dado en tener una ciudad más humana no ha de ser erradicado sino corregido y en su caso reorientado. La ciudad y sus habitantes lo merecen.