Obispo preside confirmaciones en Tequisquiapan

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, presidio la sagrada eucaristía con motivo de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción en Tequisquiapan, en la cual instituyó a 30 ministros extraordinarios de la comunión para la atención de los ancianos y enfermos; asimismo confirió el Sacramento de la confirmación a cientos de niños y jóvenes previamente catequizados.

La homilía se realizó en la plaza principal, afuera de la emblemática parroquia, en la que el Señor Obispo, hablo de la importancia de la misión que todos los seres humanos tenemos en la tierra, en la que no importan las situaciones sociales e incluso políticas que se vivan, se deben ver escenarios del presente y futuro con esperanza, sin anclarse en pesimismos, y ser propositivos, luchar y construir con buenos pensamientos y no destruir.

“Mientras dura nuestro peregrinar en la tierra tenemos una misión, tener muy claro hacia dónde vamos, nuestra meta es el cielo, por eso hay que ganarnos el camino con las obras que hagamos en nuestro país, es nuestro boleto para entra al cielo, que puedo hacer por la comunidad, cuando el mal entra en el corazón y pensamiento del hombre, se gestan tantas propuestas que van contra la vida, contra el matrimonio natural instituido por Dios, contra los ancianos que queremos que vivan y algunos queremos aniquilarlos, propiciando una cultura de la muerte”.

Monseñor, invito a todos los presentes a impulsar la presencia de Dios, llevando el mensaje al hombre, vivir intensamente con responsabilidad y esperanza en la tierra; ya que aseguró existe un maligno que destruye y va en contra de Dios haciendo el mal en la vida del hombre.

“Si hay maldad, no dará frutos buenos, al final dice en el libro del apocalipsis que se canta un himno de victoria porque nunca el mal vence al bien, que se luche contra la situación de corrupción, que los gobernantes tomen las mejores decisiones con acciones más contundentes para custodiar a la sociedad”.

Al término de la Santa Misa, Mons. Faustino, impartió la bendición a todos los ahí presentes, quienes agradecidos por su visita, lo despidieron con cantos y porras de una manera fraterna.