Negocios deben mejorar su imagen en San Juan del Río
La Secretaría de Desarrollo Sustentable en San Juan del Río trabaja en mejorar la imagen de los negocios en el primer cuadro de la ciudad
La Secretaría de Desarrollo Sustentable (SEDESU) en San Juan del Río colabora con el Instituto Nacional de Antropología e Historia para adecuar las fachadas de 70 establecimientos en el primer cuadro de la ciudad.
De acuerdo con la titular de la dependencia, Yolanda Morales Reséndiz, se liberaron 40 permisos, por parte de la dependencia federal, para que los negocios puedan colocar anuncios acorde a la normatividad; sigue pendiente liberar otras 30 licencias.
Destacó que en próximos días se retomarán negociaciones con la Cámara Nacional de Comercio en la ciudad para incentivar a sus socios a que se incorporen al esquema de regularización de lonas y toldos; sobre todo los que están en el primer cuadro de la ciudad.
Explicó que el beneficio es para todos pues al existir una mejor imagen de la ciudad, llegan más turistas, lo que se traduce en más derrama económica para los prestadores de servicios.
“Tenemos un programa de colaboración con el INAH quien acaba de liberar 40 de los 70 permisos que se ingresaron para la colocación de anuncios exteriores para negocios, esto se hace acorde a la normatividad federal; pero también, vamos a retomar el programa para que los socios de CANACO adecúen sus lonas y toldos de acuerdo al reglamento municipal”, explicó la funcionaria.
Yolanda Morales Reséndiz recordó que, recientemente, San Juan del Río fue incluido en el programa de Ciudades Mexicanas Patrimonio de la Humanidad, esto gracias a los trabajos que ha desarrollado el gobierno local para el mejoramiento de la imagen urbana.
En este tenor consideró importante que los comerciantes también se sumen a los trabajos para hacer del primer cuadro de la ciudad un lugar agradable y ordenado que sea atractivo para los visitantes.
CASONAS
La titular de SEDESU en San Juan del Río señaló que también se trabaja, junto con el patronato del Centro Histórico en la identificación de casonas que, por su abandono, tienen riesgo en su infraestructura.
Explicó que el caso más evidente es el Portal de la Empacadora y aunque han tenido pláticas con los propietarios para que agilicen la restauración, el proyecto es costoso por lo que los particulares no han podido arrancar.