Toda esta confusión parte de que la cultura contemporánea está completamente desconectada de la sabiduría que algún tiempo existió, con esto me refiero a sabiduría que muchas tribus o filosofías tenían, donde estaban muy conectadas a la naturaleza, al valor justo de cada elemento, a preferir la tranquilidad y la paz por sobre todas las cosas, la calma como estandarte del día a día.
En la actualidad casi no tenemos ningún modelo o guía que nos brinde una referencia acerca de cómo vivir de manera armónica, cómo y qué hacer cuando hay tanto que no puedo controlar (incluyendo el tiempo de vida por ejemplo) , nadie que nos haya dicho como surfear cada una de las emociones…
Por el contrario creo que estamos en una cultura que le da muchísimo peso a lo exterior, siendo el dinero, el poder y la belleza un sinónimo de una “buena vida”, de éxito y felicidad, y no porque sea algo malo, puede ser algo maravilloso cuando es SOLO un elemento más de existir, el problema es cuando aparece el desequilibrio, las malas decisiones, el sufrimiento a escondidas, y entonces en el otro lado de la moneda de todo esto: vemos muchos hombres y mujeres deprimidos y con bajo autoestima por no tener el físico que la sociedad les requiere, cuando vemos muchas familias disfuncionales con casas hermosas pero por adentro rotas, cuando a veces el deseo de poder en cualquier nivel nos hace perder la brújula de nuestra existencia, alcohol, vicios, tristeza y muchas más cosas puede estar en el otro lado de la banqueta.
Vivir es todo un caminar, vivir es estar atento a tu existencia, abrir los ojos, darte cuenta como despiertas, ¿Estas emocionado de levantarte cada día? , ¿Tienes tiempo libre para descansar, para hacer lo que más te gusta, para estar con quien más quieres?
Creo que un ingrediente básico para aprender a estar aquí, es estar consciente de que la misma vida es lo mejor que tenemos y darle el espacio y energía justa a todo lo demás de acuerdo a tus propias prioridades, descansar, disfrutar, admirar la belleza, aprender, soltar cuando ya algo no sea necesario.
Ve de vuelta a la sabiduría interior pues -Reír, llorar, abrazar, sentir, compartir, dar, recibir, agradecer y amar- son VERBOS que cuando verdaderamente se realizan desde el corazón tocan hermosa y permanentemente tu experiencia.
Karla Sahagún
Psicoterapeuta
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