México necesita líderes ambientales
Necesitamos líderes ambientales con una buena estrategia de acciones que impacten en la responsabilidad a nivel industrial
Necesitamos líderes ambientales con una buena estrategia de acciones que impacten en la responsabilidad a nivel industrial; aseguraron Gisselle Galván Reyes y Nancy Villeda, representantes de la Consultoría Ambiental “SETCA”, ante socios de Canacintra Querétaro.
En las capacitaciones que ofrece la Cámara que dirige Jorge Rivadeneyra, explicaron que nuestro país requiere de líderes ambientales: “gente que ejecute, se requiere de una buena estrategia de acciones que impacten en la responsabilidad a nivel industrial, pero es mucho más importante que estas estrategias sean llevadas a cabo, que trasciendan y que generen un impacto en el sector”; señaló Gisselle Galván.
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Querétaro, encabezada por Jorge Rivadeneyra Díaz; llevó a cabo la plática virtual “Buenas prácticas de eficiencia energética y ahorro de recursos naturales para el sector industrial”; como parte del compromiso y responsabilidad que tiene el organismo, con la protección ambiental.
Las ponentes explicaron que dentro de las empresas, es necesario identificar las áreas con potencial de mejora, a través de un análisis de la gestión de proveedores, la eficiencia energética, el insumo y los recursos naturales que requiere el negocio, así como los procesos productivos y el manejo de residuos: “es conveniente que si nuestra empresa mantiene ciertos controles en materia de medio ambiente, tengamos proveedores que manejen la misma línea. En cuanto al tema de residuos, es importante mencionar que hay empresas que están en el camino de cero residuos, sabemos que es un tema difícil, pero no imposible”.
Señalaron que la eficiencia energética es un concepto muy amplio, porque no sólo se trata de energía eléctrica, sino de todo aquello que mueve a la empresa, por lo que es de vital importancia que estos recursos sean utilizados de manera eficiente.
“Para tener una buena producción, necesitamos insumos, que deben tener una procedencia certificada o avalada que nos asegure que su fabricación y obtención, es ambientalmente responsable. Si estamos tratando de implementar una idea de sustentabilidad en nuestro negocio, esto debe llevarse a todos los niveles de interacción en la empresa”.
Agregaron que para tener un mejor uso de los recursos y por supuesto, mayor productividad, deben definirse las actividades que generan valor y aquellas que no: “a través de un ecobalance, podemos cuantificar entradas y salidas en los procesos de producción, particularmente las pérdidas y así identificar los costos asociados y las alternativas de mejora”.
Las representantes de la Consultoría “SETCA” recordaron que existen diversos indicadores del desempeño ambiental, tales como: Eficiencia Energética ISO 5001 y el ISO14001:2015: “los indicadores de desempeño ambiental son: consumo de agua potable, consumo de energía eléctrica, consumo de combustible, generación de residuos peligrosos y no peligrosos, descarga de aguas residuales y producción anual de gases industriales”.
Por otra parte, Gisselle Galván explicó que el factor de potencia es considerado como un indicador sobre el correcto aprovechamiento de la energía y la corrección de estos dentro de la empresa y permiten entre otras cosas, reducir el costo de la facturación de energía eléctrica, evitando penalizaciones; reducción de pérdidas por caída de tensión; aumento en la disponibilidad de potencia en transformadores y líneas de transmisión; así como, la disminución de pérdidas eléctricas.
Finalmente apuntaron que para implementar técnicas de ahorro de recursos naturales dentro de la empresa, se requiere de un liderazgo ambiental para generar conciencia entre los colaboradores, a través de pláticas, dinámicas e indicadores coloquiales, así como la implementación de una economía circular, basada en que lo que no le sirve a mi empresa, puede ser de gran utilidad para otra: “técnicas de minimización, reutilización, valorización, coprocesamiento, comercialización, reciclaje, tratamiento y confinamiento. Todos estos procesos impactarán a la sociedad, al medio ambiente y a la economía. Al principio podemos verlo como una inversión, pero a la larga, los beneficios son mayores”, concluyeron.