Vitalidad

INAH avanza trabajos de monumentos en Atlixco

Los efectos de los sismos de 2017 que azotaron a 11 estados del país, trastocaron diversos monumentos como el caso de Atlixco Puebla

Los efectos de los sismos de 2017 que azotaron a 11 estados del país, trastocaron diversos de sus municipios y lesionaron no sólo su devenir socio-religioso sino también su cotidianidad, ejemplo de ello es el caso de Atlixco, en Puebla, que cuenta con diversos inmuebles históricos dañados, los cuales están siendo recuperados por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Distinguida con la declaratoria de Pueblo Mágico, Atlixco es una localidad cuyo patrimonio resultó afectado en monumentos como la Parroquia de Santa María de la Natividad, que data del siglo XVII y es considerada la catedral de esa ciudad.

Este edificio histórico presentó daños significativos en la fachada, que tuvo desfase o desprendimiento; asimismo, dos de las nueve capillas con las que cuenta registraron afectación en sus cúpulas por la caída de los pináculos que las perforaron.

Con inyecciones en las grietas, se tiene cien por ciento consolidada la fachada en su parte principal, por lo que proseguirá la aplicación de pintura. Al interior del inmueble hubo daños menores: pequeñas grietas y desprendimiento de aplanados.

El arquitecto Fernando Bonilla, del Centro INAH Puebla, destacó que la cúpula principal de la parroquia tuvo fracturas importantes debido a la fuerza del sismo, aunque ya había sufrido daños por el movimiento telúrico de 1999. En ese momento fue consolidada y reforzada con un tipo de malla metálica que le ayudó a no colapsar y sólo tuviera daños mayores.

Posterior a las labores de recuperación del inmueble, se iniciará la restauración de la pintura mural, argamasas de diferentes materiales y bienes muebles que también presentaron daños, entre ellos un órgano del siglo XIX que está protegido desde el comienzo de la intervención.

Por otro lado, el Templo de la Merced, del siglo XVII, ubicado también en el primer cuadro de Atlixco, cuya fachada es claro ejemplo del barroco poblano, presentó daños en la cúpula, la cual colapsó, así como en muros, coro, sotocoro y una parte de la bóveda, que muestran fisuras y grietas.

Los daños en la cúpula, explicó el arquitecto del Centro INAH Puebla, se deben principalmente a una intervención inadecuada hecha anteriormente, en la que utilizaron materiales cementantes, que no correspondían a los originales, lo que generó rigidez en este elemento arquitectónico al momento del sismo y en su desplome completo.

“Se analiza si se restituye la cúpula con los fragmentos, cambiarla por completo o reestructurarla con los elementos que se tenían anteriormente; cada alternativa es estudiada entre los arquitectos, ingenieros y restauradores”, explicó Fernando Bonilla.

En tanto, dijo, se han consolidado los muros afectados a través de inyecciones, y se realizaron los repellados al interior y al exterior, así como la aplicación de la pintura en la mayor parte del recinto religioso. El inmueble cuenta con muy poca decoración mural, y fue protegida para su posterior intervención, al igual que el órgano y el retablo, anotó.

Con una preciosista fachada de estilo barroco poblano, la Capilla del Tercer Orden de San Francisco, construida entre el siglo XVII y principios del XVIII, también reportó daños estructurales en la bóveda a causa de grietas, mismas que ya se consolidaron y se impermeabilizó la parte superior. Los muros no presentaron ningún tipo de daño estructural, por lo que sólo se hicieron trabajos de cosidos, inyecciones y repellados en los laterales.

Sobre los procedimientos efectuados, el arquitecto José Luis Abad Miranda, de la empresa encargada de los trabajos de recuperación, bajo la coordinación y seguimiento del Centro INAH Puebla, indicó que a lo largo de la bóveda, el sismo generó grietas a los costados y en el centro, mismas que se extendieron y partieron los arcos que sostienen la cúpula. Tras asegurar y apuntalar los elementos en riesgo, se procedió a la consolidación de muros laterales, a través de inyección y cosido.

Posteriormente, se le hizo un tratamiento impermeabilizante y se cubrió con petatillo de barro, que ayudará a evitar filtraciones de agua y humedad, lo que permitirá restaurar, posteriormente, los siete retablos que tiene el templo.

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