La Secretaría de Salud del estado de Querétaro, a través del Consejo Estatal contra las Adicciones (CECA), se une a la conmemoración del Día Nacional Contra el uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas, que se conmemorará este 15 de noviembre con el lema “Hablemos de Alcohol y Depresión”.
El 8 de mayo de 2018 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el cual se declara el 15 de noviembre de cada año como “Día Nacional contra el Uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas”, cuyo objetivo es concientizar a la población sobre los riesgos y daños a la salud ocasionados por el consumo de alcohol y dar a conocer alternativas de prevención y tratamiento para las personas que tienen problemas con su consumo.
Este año la conmemoración se centrará en la relación entre consumo de alcohol y una de las enfermedades que afectan la salud mental: la depresión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un trastorno mental caracterizado por la presencia de tristeza, pérdida del interés o placer, sentimientos de culpa, baja autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Se ha propuesto que la relación entre ambas condiciones es compleja, ya que depende tanto del patrón de consumo de alcohol por parte de la persona, como de la forma en la que se diagnóstica la depresión, aunque el consenso al respecto es que a mayor cantidad de alcohol consumido mayor es el riesgo de depresión.
La co-ocurrencia de trastornos depresivos y trastornos por uso de alcohol se asocia con mayor severidad y peor pronóstico de los mismos, por lo que es importante la detección temprana y el tratamiento oportuno de ambas condiciones médicas.
La pandemia de COVID-19 ha incrementado los problemas de salud mental en la población, de modo que se deben identificar las señales que pudieran sugerir problemas de salud mental, tales como consumir cantidades mayores de alcohol a las acostumbradas, consumir en horarios distintos a los usuales y beber a escondidas o “en secreto”.
Los adultos mayores son una población vulnerable al consumo de alcohol y la depresión, por lo que es importante no dejarlos solos y estar en comunicación con ellos.
El consumo, por sus efectos depresores, puede “mejorar” la sensación de tristeza; sin embargo, estos sentimientos regresan al pasar el efecto del alcohol, provocando que se vuelva a consumir.
Algunos síntomas de depresión, como la tristeza y la desesperanza, pueden aumentarse durante la intoxicación por alcohol. Además, otros síntomas como insomnio, irritabilidad y ansiedad pueden empeorarse durante la resaca y el síndrome de abstinencia.
El consumo de bebidas alcohólicas modifica el efecto de distintos medicamentos, por lo que, si una persona con depresión ya está en tratamiento médico, beber alcohol puede modificar la respuesta a los medicamentos.
El consumo de alcohol altera el juicio y la toma de decisiones, lo que en presencia de una depresión severa podría aumentar el riesgo de suicidio.
Si el consumo de alcohol ha ocasionado problemas o provocado una tristeza sin explicación que dure más dos semanas, la persona puede solicitar ayuda al CECA a los teléfonos: 4421570536, 4422120408 y 4422120236.