Vitalidad

Definitivamente estoy en contra del amor…

Por: Angelo Mikael

De ese amor que ata, que aprisiona y apodera, aquel que nos han enseñado toda la vida y todas las instituciones sociales; porque es tu familia, el estado, la iglesia, la cultura y el tiempo el que te ha dicho cómo debes amar y si no amas así, cuál se te ha dicho, no es amor.

Qué sin papel no hay compromiso, sin anillos no hay unión, sin lazos eclesiásticos no hay bendiciones, simple y sencillamente sin etiquetas las relaciones no prosperan. Esos convencionalismos sociales son los que hacen del amor una farsa e imposible de alcanzar… y ¿sabes cuál es el mayor problema?

Que todos estamos dentro de ese túnel, y no miramos a los lados y nos quedamos con lo que nos dicen y decimos qué sí, a todo lo que nos han enseñado, y seguimos ejemplos y repetimos patrones de conducta y buscamos a nuestros iguales y encontramos reflejos y nuestras extrañezas nos unen y encontramos los amores que amamos que son los amores que siempre hemos amado…

Entonces estoy en contra del amor, de ese amor convencional, simple, monótono y temeroso, que no arriesga, que por el contrario quiere asegurar y amarrar al otro; «eres mío», «me perteneces», «¿solo yo soy tu amor verdad?» y largas etcéteras, y es que eso, no es amor, eso es vanidad, egoísmo, ego en sí.

El amor CREO YO, debe ser puro y en el máximo de sus expresiones, no se limita o fronteriza, no espera ser retribuido, se da, no se intercambia, no es un trueque, tu das amor, si no regresa feliz eres igual porque ya otorgaste, el amor ayuda a crecer, jamás minimiza, te hace sentir valioso e importante, te hace sentirte único por lo que eres y representas, y entonces los universos fantásticos que exploras en ti te hacen sonreír y te empiezas a conocer mejor, y te amas más y logras amar más al otro y a los demás, y entonces ves colores que jamás habías distinguido y todo es más intenso y luminoso, hasta los colores más ocres tienen tonalidades pasteles.

Los sabores en tu paladar son más salados o más dulces, la vida te sabe más y mejor y cualquier sabor juega en tu boca y se intensifica el gusto de probarle y deseas más dulce y más salado y más picoso o más amargo y conoces nuevos placeres y disfrutas hasta de lo que antes juzgabas como feo.

Los olores los distingues a grandes distancias y puedes distinguir cada ingrediente del platillo, el aroma del ser amado se intensifica y no se desvanece cuando se retira; eres más sensible al contacto del otro, si él/ella te roza, todo tu cuerpo tiembla y se estremece y eso lo logra con la yema de un dedo, si su aliento recorre tu cuerpo o un beso te acaricia, el escalofrío recorriéndote es total; escuchas cada palabra, y todo a tu alrededor parece más nítido, más claro, reluciente, brilloso.

El amor suma, jamás resta, multiplica pues no sabe dividir, el amor impulsa las capacidades propias y del otro, no las demerita y las deja en casa o apacigua, el amor no teme, no existen los amantes cobardes, el que ama no teme perder o ganar eso es banal, el amor es profundo y jamás sospecha o desconfía, puesto que tampoco traiciona, entonces no va con precaución, no se limita, el amor camina, corre, salta, crea veredas, caminos.

Para el amor no hay distancias largas o cortas él llega, para él no hay tiempos largos o cortos, cronos no intercede con eros, no tiene conciencia del tiempo, solo nace y se reproduce sin fin, vive en el aquí y el ahora, no sabe de pretéritos o mañanas, solo en el hoy se encuentra.

El amor tiene varios pilares; la admiración, el respeto, la confianza, la pasión, la amistad y mil más y cada uno cumple su importancia para que siga siendo amor…

Claro que estoy en contra del amor, de aquel con velos blancos y fastuosas fiestas, el de pompa y caravana, el que es «bendecido» por otro mortal igual o peor amante que yo; el del que dirán: si esto o si aquello, si cual o porque, si es o no es, el amor fijado y calculador, el acordado o premeditado, el que tienes que firmar para asegurarte que ya es tuyo, que ya amas más gracias a tú firma en un papel que expide, por supuesto otro mortal y dice ser la ley civil y moral que valida tu amor, no, el amor no se posee, no te pertenece, jamás por amor serás del otro o adquirirás propiedad de alguno; por eso ni firmas, ni juras, no hay promesas, votos o anillos que te posesionen del amor, no puedes poseer al amor, puedes ser parte del amor, puedes amar tanto que te haces parte del amor, puedes ser sujeto amado y puedes otorgar todo el amor que merezcas, pero jamás podrás asegurarlo, amarrarlo, poseerlo y cuando al fin lo poseas, es ahí donde empieza el fin del amor, empieza a marchitarse pues te «apoderaste» de algo que no debe ser arrancado, «adquiriste» algo que ni si quiera es algo, por lo tanto no puedes tenerlo y por eso justo ahí es que lo pierdes.

Raíces y alas debe de dar el amor, aquellas dan motivos para quedarse y las últimas otorgan libertad, paz y elevación constante, el amor no se compra, no se exige, no se mendiga, ni se pretende, el amor solo se siente se regala y se recibe…

CLARO QUE ESTOY EN CONTRA DEL AMOR, DE ESE QUE TÚ PIENSAS QUE ES AMOR.
#DeAmorLleno ANGELO MIKAEL
#Désolé #S’ilVousPlaitPardonner #Merci #J’aime

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