Vitalidad

Consejos para sobrevivir a la cena de Navidad y Año Nuevo

El 24 y 31 de diciembre están a días de llegar y con ello la cena de Navidad y Año Nuevo, así como el alto consumo de bebidas alcohólicas

El 24 y 31 de diciembre están a días de llegar y con ello la cena de Navidad y Año Nuevo, así como el alto consumo de bebidas alcohólicas. Entre abrazo y abrazo y destapar los regalos, los alimentos van y vienen entre los miembros de la familia y en poco tiempo más de uno comienza a sentirse mal.

El culpable de esto es la acidez estomacal, la cual provoca el llamado dolor de estómago. Este bien podría ser otra cosa como un problema en el intestino delgado o el colón, pero las personas lo único que tienen claro es que se sienten mal.

Para evitar esto, expertos de la salud ofrecen algunas recomendaciones útiles para la cena de Navidad y Año Nuevo sin padecer acidez e indigestión estomacal. Lo anterior es provocado por comer alimentos altos en grasas o muy condimentados, así como consumir en exceso bebidas alcohólicas o carbonatadas.

Además, “las comidas que parecen benignas pueden representar un peligro para las personas con enfermedades digestivas. Por ejemplo, los productos lácteos, el alcohol o la cafeína podrían hacer que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal se sientan peor”, explica James East, gastroenterólogo de la Clínica Mayo, a través de un comunicado.

Una de las recomendaciones para evitar estos problemas durante los festejos de fin de año es, por supuesto, moderarse en la ingesta de alimentos y bebidas. Sí es posible disfrutar la variedad de platos disponibles en la mesa, pero en pequeñas porciones.

“Uno de los desencadenantes clásicos del reflujo es ingerir una comida grasosa y abundante al final del día con alcohol y luego acostarse”, resalta el Dr. East.

En sintonía Eamonn Quigley, director del Centro de Trastornos Digestivos de Hospital Houston Methodist señala que al comer y beber demasiado se puede experimentar hinchazón y distensión del estómago hasta el punto que la persona se sienta incómoda.

Más allá de la indigestión, la cena de Navidad y Año Nuevo puede desencadenar otros problemas como la gastroenteritis, hacer que empeore una úlcera no tratada en el revestimiento del estómago y crear un orificio que permitan la filtración del ácido del estómago. Con ello aparecerán una serie de síntomas que arruinarán los festejos con la familia.

Por ello, lo mejor siempre será no excederse y cuidar el consumo de alimentos.

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