Como seguramente ya sabes, alrededor del mundo los procesos de vacunación ya han empezado. Hay cada vez más laboratorios que están creando y fabricando vacunas para combatir la pandemia y alrededor de las vacunas se han difundido los métodos con los que se crearon, cómo funcionan y algunas recomendaciones para el momento en el que nos vacunemos.
Como hemos dicho, beber alcohol limita las funciones del sistema inmunológico, aumentando el riesgo de contraer enfermedades respiratorias.
Con respecto a la vacuna de la covid-19, los expertos del área de la salud recomiendan no consumir alcohol por lo menos tres días después de recibir cada inyección. La mayoría de las vacunas contra la covid-19 se aplican en dos dosis, con veintiún días de diferencia entre cada dosis.
En realidad, esta recomendación es la misma para la aplicación de cualquier vacuna.
Alexander Gintsburg, jefe del Centro Nacional de Epidemiología de Gamaleya en Moscú, es uno de los responsables del desarrollo de la vacuna Sputnik V. Gintsburg dijo que beber trescientos gramos de vodka suprime la producción de anticuerpos, pero también dijo que un trago de vino o de champaña está permitido.
Hace unos días, Anna Popova, jefa del Servicio Federal Ruso para la Vigilancia y Protección de Derechos del Consumidor, desató una controversia en Rusia, pues recomendó dejar de beber alcohol dos semanas antes de recibir la primera dosis de la vacuna y tres semanas después de haber recibido la primera y segunda dosis.
Para Gintsburg, dicha consigna es exagerada. No se trata de prohibir totalmente el consumo de alcohol. Un consumo razonablemente limitado permitirá que la vacuna y nuestro cuerpo respondan favorablemente.
Es importante entender que el consumo excesivo de alcohol puede reducir significativamente la inmunidad y esto disminuiría la efectividad de cualquier vacuna, no sólo de las vacunas contra la covid-19.